Ir al contenido principal

The beginning of the end

No he publicado nada en mi blog desde hace ya unos meses atrás, y no es que no haya tenido nada que escribir, sino que he tratado de ordenar mi vida, y justamente en ello me he quedado, por eso mi ausencia de este importante espacio web.

Si, desde el 30 de octubre, no venía por estos lares, y es que mi vida sin querer y sin sentir ha dado varios giros inesperados, mi mente muchas veces me ha traicionado, es que son muchas las cosas que he querido hacer y que no he hecho aún, lamentablemente ya no lo haré, es que el traicionero tiempo, nuevamente me ha dejado en el aire, estoy aquí tratando de regresar a mi camino, de seguir hacia adelante y en eso estoy.

No niego, nuevamente me encuentro a la deriva y he descuidado varias cosas, a varias personas y mi ideales las he perdido en mi andar, losé, no se trata de victimizarse y créanme no lo hago, debo reconocer que como humano que soy, no soy perfecto, y varias veces me he equivocado, sigo cometiendo los errores de siempre, errores que como seguidores de mi blog ya sabrán, así que hoy nuevamente me siento frente a mi computador y estoy luchando con mis pensamientos, contra mis ideas, contra mis palabras, solo dejo que mis manos tecleen lo que mi corazón está tratando de darme entender, “Que debo reaccionar y enrumbar mi caminar”, oye eso debo hacer, entonces que sigo haciendo yo aquí, bueno escribiendo...

Siento cansancio, de luchar y seguir luchando, me canse de creer que yo debo ir adelante, y entendí que solo debo caminar, que no es necesario hacerles entender a la gente mi forma de ser, ni mucho menos que compartan mis pensamientos, solo debo ser yo, y eso es lo que me cuesta ser, porque siempre he tratado de sobresalir y ser alguien en este mundo, que he olvidado sencillamente a ese Rafael Morales que dentro de mi duerme, pero que a veces trata de despertar y sin razón alguna, simplemente lo empiezo a ignorar.

Hace mucho que no escribo, que deje mi poemario a un lado, mis libros quedaron guardados en una carpeta de mi computador, y el ser detallista lo deje en mi pasado, y esas son las cosas que me hacían ser yo, que me hacían ser auténtico y que hoy empecé a extrañar, lloro porque de ese Rafael era de quien me sentía yo orgulloso…


Y ahora, sentado frente a mi computador, pasando más de la media noche, y a lado de Danyer, mi hijo adoptivo, siento que mi mundo se empieza a derrumbar, dando paso a un nuevo amanecer, que espero poco a poco ir construyendo aquel mundo, que cobija a este romántico vagando, por el sendero del olvido...

Comentarios