Mientras todos disfrutan de este día, día de celebración por la bajada de reyes, mi familia en los años anteriores, vivía un mundo de tristeza y desolación, es que perder a un ser tan querido, destruye a toda familia por más fuertes y unidos que sean, y yo, contribuyendo a que la herida no se cierre, siempre yo y mis errores de siempre.
Hasta ahora mi conciencia me persigue, mi alma me refriega en mis rostro que fue mi culpa que mi hermano no esté en este mundo, fui yo que por prestarle mis sandalias, le di carta libre para que se valla y no regrese más, por mucho años, yo mismo me he repetido que si no le hubiese prestado aquello, mi hermano quizás hasta ahora nos estuviese acompañando, en vida no tuve muy buenas relaciones con él, diferencias por doquier, pero lo quería porque era mi hermano, el hijo del cual mis padres se sentían orgullosos, mi hermano a quien perdí y ahora me hace mucha falta.
Recuerdo ver a mi madre llorar desconsoladamente en casa durante los 3 días que el cuerpo sin vida de mi hermano estuvo en la casa, en mi mente me repetía que yo debería ser quien estuviese en ese cajón y no mi hermano, de quien estoy seguro hubiese contribuido mejor a este mundo.
Hace 9 años que lloro en silencio, porque recuerdo aquellos sucesos de esa tarde, una tarde que odio y que no me resigno, hace 9 años mi hermano murió y a pesar que mi madre no lo diga, sé que la herida sigue abierta y lo estará por muchos años más, sinceramente lo extraño, y mi conciencia es la que me castiga por días.
No puedo retroceder el tiempo, pero muchas veces he soñado con eso, de poder cambiar lo que sucedió aquel 06 de enero del 2007, un día como hoy por la tarde, en donde después de bajar mi nacimiento, y no recuerdo que más estaba haciendo, el ruido de la bocina de una camioneta, fue el inicio de este tormento que tuvimos que afrontar toda mi familia, aquel día mi madre lloro, me partió el alma verla así, desde ese día todo cambió y a pesar de que hemos tratado de mantenernos unidos, se siente siempre la ausencia de mi hermano, el hijo mayor de mi madre, quien era su admiración y su fortaleza.
Hasta hoy me castigo yo mismo, encerrado en mi cuarto, recuerdo aquella tarde, recuerdo muy bien cuando mi hermano Juan Carlos, después de hablar por celular, solo atinó a decir, “Julio murió” ….
El dolor que llevo por dentro, no me ha permitido sanar totalmente mi herida y de una manera errónea, he desfogado mi cólera con todos, con mi propia madre y mi familia, no me estoy justificando, pero cada vez que intento acercarme a mi familia, termino alejándome más de ellos, espero algún día cambia esta situación.
Pasaran muchos más, el dolor seguirá, y la tristeza reinara, porque reponerse de ello, nunca será posible, porque el recuerdo de mi hermano, se sentirá por siempre, lo único que nos queda, es adaptarnos a esta cruel realidad, realidad que nos tocó vivir y ahora enfrentar.
Julio, a pesar de no verte hace más de 9 años, tu presencia es de extrañar.
Un abrazo a la distancia y un saludo en tu recuerdo...
Es triste perder a un ser que queremos y para una madre siempre va ser una herida, el dolor mas grande que exista. No debes culparte, cuando algo y Dios quiere que pase, pasa. Amor,solo nos queda agradecer a Dios por los momentos vividos y por la oportunidad de poder nuestros errores mejorar, ser mejores hijos, poder mostrar y dar amor a nuestros padres y seres querido.
ResponderBorrarGracias amor....
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