A pesar de los días trascurridos desde la difusión de la noticia, aún no salgo de mi asombro, me resistía creer que aquel hombre que nos devolvió la confianza en la democracia y que marcho a lado de miles de peruanos cansados de la corrupción, hoy se encuentre en la lista de los más buscados delincuentes de nuestro país.
Vienen a mi mente imágenes de la tan famosa Marcha de los cuatro suyos, marcha que significo el fin de un gobierno autoritario, corrupto y nefasto que teníamos y él estaba ahí, con bandera en mano, marchando por un nuevo país, estaba ahí rechazado la corrupción vivida en los 90, estaba ahí, a lado del pueblo, el pueblo peruano que después de unos meses, lo eligió Presidente, porque se creyó en él, en lo que significaba, en lo que se vio y se sintió, se creyó en él por ser un peruano más que salió a las calles indignado, se creyó en él porque era un líder, un líder del cual hoy ya no queda rastros.
Es increíble que hoy, el “cholo”, que representó la esperanza de un país destruido e inundado de corrupción, este involucrado en uno de los escándalos más de grandes de – justamente por lo que marcho y lucho para erradicar – de corrupción.
Era niño efectivamente cuando por la televisión lo veía, pero siempre sabía quién era él y porque luchó, así que cuando tuve ya el poder de elegir a mis autoridades, no dudé en apoyarlo, recordando lo vivido en mi niñez, será por eso que la decepción es tan grande, no fue el mejor presidente, pero siempre recordé el inicio de este Cholo que en algún momento me inspiro y que hoy, de esa admiración ya no queda nada.
A través de este espacio, solo me queda manifestar que espero como todos los demás peruanos que Alejandro Toledo Manrique se entregue a la justicia, que sea juzgado y procesado por los delitos que haya podido cometer.
Ahora la vida es tan irónica, que quizás más adelante, sea compañero de aquel otro presidente a quien le dijo “que gobernaría mejor este país, sin mancharse las manos”, y ahora que tenemos…
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